Sexta Fórmula

Último compás incoherente en madrugada – Daniela Chesniuk

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Posarás tus labios en mi vientre como si la mitad de mi mundo estuviera frente a tus ojos, y querrás trazar fronteras invisibles con las yemas de tus suaves dedos. Sabes que podrías partirme en dos si quisieras, y cerraría los ojos para dejarte vía libre a ti y a los destrozos que fueran, porque luego vendría tu boca y su actitud de lucha, y aunque me hayas partido en mil partes, abriría los ojos y sería solo dos mitades.

Jugarás con los mechones de mi pelo, como si pudieras crear nudos más resistencia afuera, pero, cariño, tú sabes que los enredos están adentro, y aunque los agarraras entre los tijeretazos afilados de tus dientes, yo tocaría tus labios, y tu dulce aliento me anudaría de nuevo el alama, como un hilo de vida que no cree en el destino.

Entonces respirarás de mi nuca, como si tu aliento pudiera salvarme la vida y rescatarme del invierno, como si yo fuera el aire más respirable de este mundo convulsionado de vapores de acuarela, pero acabaré recordando tu aroma de memoria entre los pliegues de mis manos, y tus suspiros me llevarán a tu boca y a tus labios, donde mi último aliento serán las palabras que pronuncies con la fuerza de los sabios, porque por una sola noche, el sol sale si tan solo pronuncias mi nombre, y se me apaga la vida, solo si callas en el abismo de mis ojos contemplándote.

Sobre la autora

Soy de Argentina. Para ser más precisa, de una pequeña ciudad dentro de Córdoba. Futura estudiante de letras modernas, si todo sale bien. ¿Que por qué escribo? Simplemente para ser. Las letras son mi cable a tierra, no sería yo sin ellas, pero sé que, aunque no las expresara, ellas siempre serían parte de mí. Escribo porque no puedo gritar todo lo que se me pasa por la cabeza, y estos escritos un poco desastrosos, son mi granito de arena para con el mundo, si puede llegar a leerme.

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