Consecuentemente gastas tus días en trivialidades, gastas tu alma en el infierno,
Solo sonríes cuando los zarpazos del universo te llegan.
-¿Qué hago aquí?- Te preguntas. Jamás encuentras respuestas.
La verdad y el pasado se sobreponen a tus sueños, el tiempo te devora y te deja sin nada.
Y escribes viles poemas “para sentirte mejor”, gastas lo poco que queda de tu alma y te quedas sin nada.
¿Qué puedes hacer? ¿Arrastrarte por tu interior buscando la chispa adecuada?
Ocúltate, escapa…
Pero por nada del mundo ofrendes lo poco que queda de tu alma.
Tú alma es el mejor y más trágico regalo que se te ha dado…
Nada importa tanto como tu alma…