El universo es grande, el azar aún más.
La línea entre las casualidades y el destino es casi nula.
La valentía y el miedo son antónimos.
Tú y yo simples mortales soñando a ser dioses.
Mortales con la loca idea de encontrarse en esa línea delgada entre la fe y la razón.
Cariño, la distancia nos acerca y nos separa a la vez, irónico ¿no?
Pero algún día, cuando coincidamos en algún lugar del universo, nuestras almas se complementarán.