Luces ricas en calor, gozo y creo ¡en cada sueño! transitando por un bosque de honda soledad... Mis amigos dicen: "¡ven! ven a tu jauría"; y yo que ya no puedo ladrar en la cacería Lejos escucho mil pasos, ahogados entre risas, chismes y monotonías de un existir corrupto Que me juzgan loco, toro y rebufo de ideas; ¡perdón! que no comprendo el incendio de sus armas Ojos con su lluvia interna y sus lenguas de plástico, me alejaron del pluvioso aluvión de alevosías ¡Ya no quepo más! en algarabías que no hayan conjugado el temor universal con sabor intencional
Sobre el autor

Nací en un pueblo de Veracruz húmedo y asolador. Emigré a la Atenas veracruzana a los cuatro años, donde aprendí a cultivar la pintura, la música y la literatura, enamorándome de dichas formas de manifestar el poder de creación del que gozamos como especie. Creo en el misticismo religioso y en la transmutación del dolor a través de la fe, ciega de preferencia. Soy hombre casado y de familia, siervo de Dios. El 90 % de mis amigos son caninos. Respirar y sentir que inhalo y exhalo junto con el mundo es mi idea de paz terrena. Practico —ya sea dormido o despierto— el jazz y el ensueño.