Adjudico mi caos al tiempo, cuando comencé la carrera me di cuenta que empecé cien años tarde.
Jamás jugué con ventaja, llevo meses buscando una cerradura para meter mi llave.
Desvío mi atención a los ideales que, desde hace años, sigo. A veces detesto en lo que me he convertido.
Aborrezco la cotidianidad, condeno la esclavitud del medio y me retracto de lo que alguna vez hice bien.
Volveré a cometer los mismos errores, escucharé mil veces las mismas canciones. Soy un loco que habla del abismo.
Golpearé mi alma cuando me de cuenta que elegí otro camino. Soy feliz cuando recuerdo que morir es la línea final.