Intenté escribir | Joel Estrada

Intenté escribir un poema en este día
y los dedos se me quebraron
al recordar que de poeta sólo tengo la fama,
el reconocimiento de los que creen conocerme por leer un par de mis peores escritos.

Intenté escribir algo alegre,
feliz,
un relato en donde las letras habitaran risueñas,
y el cielo rompió en llanto
	al ver en lo que me he convertido:
un niño solitario y hueco,
	que teme amar demasiado y se esconde detrás de la falda del abandono.

Intenté escribirle al amor
y el perdón gritó de angustia
	al instante en que se percató de tu falta,
de la ausencia de tu cuerpo junto al mío,
del vacío en las hojas del calendario, ahora que no estás.

Intenté escribir acerca de un futuro mejor
y el pasado se volvió presente,
me recordó la cama vacía y fría,
	los éxitos empolvados que descansan en la repisa de la egolatría,
		la mansión llena de fantasmas,
			el pozo seco y muerto del patio,
				la cuenta bancaria y las cosas materiales que me rodean,
todo eso que conseguí para intentar tapar tu partida.

Intenté escribir una mentira
y la verdad protestó dentro de mi memoria:
	es imposible disfrazar tus culpas,
		tus temores,
			tus sacrificios 
	—me dijo—
es imposible borrar las huellas del ayer en el desierto de una fotografía,
es imposible silenciar la palabra que te nombra sin dejar de nombrarte,
es imposible retirar los ladrillos de los muros que construyes sin que estos se te vengan encima.

Intenté escribir en este día…

—Joel Estrada