Sexta Fórmula

El amor infinito hecho persona | Aldo Ambros

Categorías

Contigo me confundí, eres tan increíble que al principio no pude entenderlo. De verdad lo siento, perdona mi imprudencia, mi insensatez.

Estaba tan ciego por el brillo de tu luz, por la incandescencia de tu alma y la paz de tu sonrisa, que no logré entender la razón de tu aparición. Siento tanto haber pretendido que te quedaras en mi cielo, aún sabiendo que esa no era tu naturaleza.

Después de algo de tiempo, he entendido por qué llegaste pero nunca te quedaste. Tu destino en este mundo en decadencia es demasiado grande.

Me salvaste, y sé que allá, a todo lugar al que vayas, irás salvando a más personas, porque esa es tu misión: devolver la esperanza, reiniciar la fe y avivar el alma de las demás personas que aún continúan perdidas.

Tú fuiste mi heroína, mi ángel con dos trenzas y el amor infinito hecho persona. Quise que te quedaras porque me había enamorado de ti, pero no debías quedarte porque me hayas salvado, tenías que irte porque aún debías salvar el mundo.

Aldo Ambros

Shopping cart close