El mundo está desierto sin ti.
No sé aún cómo ha sucedido.
Te saqué de mi vida
porque lo estabas destruyendo todo,
y ahora camino por las calles,
y todo ha muerto.
No queda nada. No queda nadie.
Con tu partida se apagaron las estrellas,
se murieron los colores y los sueños,
estallaron los deseos y las ansias,
exterminé la vida desde dentro.
Hay un río de sangre que no corre
ensuciando todos mis paisajes,
y la música es tan sólo el espejismo
de una psicofonía insoportable.
Existo en Silent Hill, y Soy Leyenda ,
bregando en soledad contra el destino,
habitando en los fantasmas del recuerdo
de tu sexo salvaje y de tu abrigo.
Quiero dejar de llorar por las esquinas
y que vuelvan a brotar todas mis flores,
que venga el mar a lamer de las orillas
y los astros marquen el día y la noche.
No quiero emborracharme más para dormir
porque no puedo dejar de recordarte,
y todo alrededor se ha vuelto un cementerio
donde sólo existo yo vagando por las calles.
Mi mundo está desierto sin ti.
No sé aún cómo ha sucedido.
Regresa a mí y obra el milagro
de resucitar todo lo que se ha perdido.