Sumergida en tu alma, siendo ama del compás de tus latidos, me coroné diosa de las tinieblas de tus quejidos. Alterando los mares de tu interior, lanzas la bengala en señal de auxilio, desesperado por ver quién te salva. Apagué tu salvación con las uñas que te arañaron. Que abrieron ríos tintos por tu espalda, donde bañé mis labios mientras susurraba las palabras que de punta ponen tus carnes con las que te enciendes y conmigo ardes. Valiente fuiste que con tus manos agarraste las espinas que me rodeaban. Rasgándote las manos con las que hoy recorres mi cuerpo de arriba abajo. Moldeando mi cintura al tempo de la partitura, arrancando cada capa que me ocultaba. Nunca imaginé que me encontraría mientras encima de ti bailaba.
Sobre la autora

Mi nombre es Cristina Hernández, nací un 29 de octubre hace veinte años. En España, y más concretamente, en Murcia. Siempre me gustó imaginar en otras realidades, y con la poesía es lo que encuentro, evadirme de la rutina del día a día, a veces, agotadora. Además es la catarsis de mi alma.