¿Has escuchado eso?
Un balazo, estoy segura.
¿Dónde? Aquí, justo en frente.
¿Ves la sangre? Pensé que la única función del corazón era bombearla, no sentir y recordar.
¿Que lo has visto?
Venga, de seguro que más feliz.
Sí, claro, desde que me partí.
¿Sentiste el frío que calaba los labios? Cómo no sentirlo, me disparaba palabras sin decirlas, me quedé sin respirar a media canción.
Ya sabes que no acudió al concierto, menuda tontería.
¿Cómo se llama? Enrique, pero su apellido es Nomeolvides.
A veces intentaba enseñarme que los recuerdos no se lamen, sino que se pisan. Para que no vengan después como martirio entre las piernas.
Venga, de seguro tú también lo has sentido.
¿Que si duele? Puedes echarle un vistazo al desastre de vida que se ha convertido la mía. Estoy segura de que no quieres entrar por la puerta y salir por la ventana.
Regresa, si es que te dan ganas, y si no, olvidémonos como quien nunca se ha recordado.
Paulina Mora.